Por supuesto, están los inevitables palets y galettes de Pont-Aven, pero esta pequeña delicia crujiente de shortbread hará que los pequeños y grandes gourmets de la casa metan las manos en la olla hasta la última miga de almendra tostada..
Ingredientes
- 150 g de almendra en polvo
- Almendras fileteadas (para decorar)
- 300 g de azúcar
- 500 g de harina t55
- 2 huevos
- 250 g de mantequilla salada
- 2 limones
- leche
Accesorios
- Papel sulfurizado
- Vaso de fondo plano o sello divertido para firmar tus galletas
Receta
- Mezcla la mantequilla ablandada caliente
- Añade la harina, la almendra en polvo y el huevo y mezcla (en un robot de cocina si tienes)
- Exprime el limón y añade el zumo
- Precalienta el horno a 180 grados
- Forma con la masa pequeñas bolas de 3-4 cm de diámetro, no demasiado grandes para poder multiplicarlas en la bandeja del horno y dorarlas uniformemente en el horno.
- Colócalas sobre papel de horno y cúbrelas con una segunda hoja.
- Presiona con un fondo de cristal para hacer galletas redondas y planas de unos 5 mm (cuanto más blandas mejor, menos crujientes quedarán)
- Coloca 2-3 láminas de almendras fileteadas por galleta
- Pincélalas ligeramente con leche para fijarlas y dorarlas
- Mételas en el horno y vigila su cocción durante 15 minutos. No hay ninguna regla, se cuecen bastante rápido y depende de tu horno, cuando tengan un bonito color entre dorado y marrón, déjalas enfriar abriendo el horno para que se sequen.
- Guárdalas en tu bonito tarro de galletas.



