Para hablar de nuestro viaje, qué mejor que unas líneas de DU BELLAY en nuestra bella lengua francesa:
“¡Feliz aquel que, como Ulises, ha hecho un buen viaje,
O como aquel cestuy-là que conquistó el vellocino,
Y luego regresó, lleno de uso y razón,
Para vivir entre sus padres el resto de su edad!”
Éste es más o menos el camino vital que seguimos cuando dejamos Francia durante 21 años para instalarnos en Singapur, donde montamos una tienda de ultramarinos y un restaurante franceses.
Ahora, en la cincuentena, después de haber hecho todo lo posible por promover el saber hacer francés en el extranjero, volvemos a “casa” para empezar una nueva vida.
Después de haber partido al encuentro de otras personas, lejos, en Asia, estamos encantados de volver a Francia, a nuestra querida Bretaña, donde ahora tenemos la alegría de transformar la casa de nuestros padres en un lugar donde acoger y compartir.
Haremos todo lo posible para que tu estancia sea lo más cómoda y gratificante posible, ya sea en términos culturales, gastronómicos, deportivos… pero sobre todo humanos.
¡Esperamos verte en Kerbeleg!